El Síndrome de la Impostora ¿Por qué Impostoras?

El nombre de la sección que comienza con este artículo, no es un nombre elegido de manera ligera ni la decisión ha estado exenta de dudas y polémica interna. Es un nombre que puede dar lugar a malentendidos y a pesar de ello me reitero en llamarla así: IMPOSTORAS. 

Hola soy Estefanía Prior Cano, doctora en fotónica y divulgadora de mujer y ciencia. Con este artículo comienzo mi sección en esta revista.

¿Por qué impostoras? 

Porque somos impostoras, soy impostora. Porque quiero escribir desde la impostora que soy, o mejor dicho, la que siempre se dice (y sigue diciéndose) ¿Y si no puedo? ¿Y si no lo hago suficientemente bien?. Porque quiero reivindicar a la impostora que desde afuera tantas veces me han recordado que soy con comentarios como "ya tenía ganas de ver a alguien en tu puesto y así de guapa" o "quizá no eres suficiente buena en esto" o "ah, esperaba un chico aquí". 

Soy impostora y tantas mujeres somos impostoras en referencia al síndrome de la impostora, que hoy voy a mencionar y en el que quiero profundizar en artículos futuros. 

Estoy convencida de que es uno de los efectos que más lastra, consciente e inconscientemente, a las mujeres que nos dedicamos a la ingeniería y, en general, a las mujeres que hacemos tareas que han sido típicamente realizadas por hombres. Al menos, puedo afirmar sin duda que es el que más me ha marcado a mí durante casi toda mi carrera profesional. Creo que incluso es posible que la impostora se haya metido tan adentro de muchas de nosotras que también aparezca cuando hacemos cosas típicamente feminizadas o que venimos haciendo desde hace tiempo.

Imagen recogida de aquí

¿Qué es el síndrome de la impostora?

El síndrome de la impostora consiste en la sensación interna de no considerar como propios los éxitos conseguidos, sino más bien pensar que hemos engañado a la gente afuera y que "ha colado", que ha parecido que somos mejores de lo que realmente somos y nose han dado cuenta de que somos impostoras.

No es así. Lo cierto es que ahora sabemos que la mayoría de las mujeres en puestos de poder o entornos masculinizados o "exitosos", curramos bastante más que nuestros compañeros masculinos para que se reconozca menos nuestra valía que al varón en un puesto análogo.

Dice la RAE que impostor o impostora es la  "persona que se hace pasar por quien no es" y es esa precisamente, la sensación que se nos ha transmitido y que hemos acogido e interiorizado tantas mujeres en las últimas décadas. El síndrome de la impostora fue acuñado por las psicólogas Pauline Rose Clance & Suzanne Imes en el año 1978. Ellas desde el principio lo enfocaron sobre todo en mujeres en puestos de poder high achieving women.

Y sí, claro que hay hombres que también viven con síndrome del impostor. Dicho esto me niego a llamarlo síndrome del impostor, por mucho que así lo llame Wikipedia y sigo pensando que afecta de distinta manera a las mujeres que a los hombres, porque una parte de esto que es social y aprendida. Esa es la interiorización de los roles de género que nos imponen desde pequeñas y que a pesar de habérnoslo currado hasta la extenuación, hay una parte de nosotras que cree que se está haciendo pasar por quien no es. 

Es sindrome del impostor no afecta de la misma manera a un hombre que se dedique a tareas que tradicionalmente se haya asociado a las mujeres. 

Ahora sabemos - la ciencia demostró en 2017con un artículo publicado en Science - que las mujeres a los 6 años ya hemos entendido que la inteligencia es una cualidad de los varones y no tanto de las mujeres, lo cual afecta enormemente a la hora de elegir (quien pueda elegir) un destino laboral centrado en lo intelectual.

Irónicamente, esto llega hasta el punto de reconocer y darnos cuenta de que a veces hemos hecho creer que somos menos inteligentes de lo que somos al conocer a alguien, como una pilota de aviones que escuché hace años en la radio y contaba como fingía ser azafata cuando conocía a un hombre para que no se espantara al saber que era pilota.

Por todo esto, quiero con estos artículos reivindicarme como impostora, hablar sobre qué me pasa y qué nos pasa a tantas mujeres que nos pensamos incapaces de realizar ciertas labores incluso después de ya haber demostrado que lo podemos hacer muy bien.

 

Por todo esto, por mí y por mis compañeras: me declaro impostora.

 

 

"No eres ningún fraude y no has tenido un golpe de suerte. Empieza a creer en ti y en tu talento. Si tú también sientes que eres un fraude, tranquila, no eres la única."

Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot

Artículo financiado por el 

Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha 2022.