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Cuando hablamos de discriminación, nos referimos al trato desigual hacia una persona o colectivo por motivos raciales, religiosos, diferencias físicas, políticas, de sexo, de edad, de condición física o mental, de orientación sexual, etc.
El capacitismo es un prejuicio social que se vuelca más fuerte hacia las mujeres con discapacidad - si de entrada se considera que las mujeres no podemos hacer ciertas cosas, imagina si además tienes discapacidad - Esta doble opresión, vulnera la capacidad de todas las mujeres que quieren avanzar y luchar por una vida plena.
Desde el momento de su nacimiento, la vida de las mujeres con discapacidad, se ve envuelta en paternalismo y la infantilización. En pocos casos se piensa en fomentar su autonomía para que instarlas a ser mujeres independientes y con recursos que cubran por sí mismas sus necesidades y disfruten de una vida
plena.
Las estadísticas sobre el nivel de formación dice que en España el 20,2 % de las mujeres con discapacidad son graduadas - sería bueno tener más datos sobre el tipo de discapacidad tienen y que adaptaciones han necesitado para finalizar sus estudios-.
Si a las tradicionales barreras a las que se enfrentan las mujeres con discapacidad añadimos el agravante de la ruralidad los resultados son alarmantes. En las zonas rurales faltan recursos adaptados a sus necesidades, esto contribuye al aislamiento - tanto físico como psicológico - que las limita, las desadapta para la vida y las hace más vulnerables a violencias domésticas y abusos de género. Los datos dicen que las mujeres y las niñas con discapacidad tienen entre dos y cinco veces más probabilidades de sufrir abusos de poder que suelen no salir a la luz por que su vulnerabilidad dificulta la denuncia.
Este video recoge el testimonio de dos mujeres con discapacidad que viven en un entorno rural.
La tasa de mujeres con discapacidad en Castilla-La Mancha, según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situación de Dependencia de 2008, es de ¡121,38 por 1000 habitantes!.
Como dato relevante, Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con la tasa más alta de personas con discapacidad que realiza alguna actividad: 40,7 respecto al 34,3 de la media nacional. Por encima de nuestra comunidad estarían únicamente Ceuta y Melilla con un 42,8.
Si comparamos la tasa de hombres y mujeres con discapacidad respecto al empleo, vemos que el paro es mayor en mujeres y la tasa de ocupación es inferior también en ellas. Si a la vez, comprobamos las diferencias entre mujeres con y sin discapacidad, las diferencias son abismales.
Como noticia positiva, tras la última reforma laboral, han aumentado los contratos indefinidos de personas con discapacidad, gracias a medidas como la conversión de contrato temporal a indefinido. Pese a ello, se manifiesta la contratación a través de Centros Especiales de Empleo y, además, la cuota de reserva del 2% que las empresas deben respetar y cumplir.
Os dejamos una noticia del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad CERMI relacionada con el artículo: Tres de cada cuatro mujeres con discapacidad residentes en el entorno rural afirman vivir peor calidad de vida que los hombres
Puedes ver más datos en el documento del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado aquí.
El echo de ser mujer no tiene porque ser discriminatorio, tampoco la discapacidad.
ResponderEliminartienes razón, Emilio. No tiene por qué ser discriminatorio, pero lamentablemente lo es.
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