Estudió Economía y su tesis doctoral se llamó Las razones de la desigualdad salarial por el trabajo de los hombres y las mujeres. Inicialmente, esta tesis fue rechazada por ser escrita por una mujer; costó, pero terminó siendo validada. A partir de doctorarse, comenzó a trabajar activamente en el movimiento feminista burgués, defendiendo a mujeres agredidas en situaciones de injusticia por el hecho de ser mujer y lo que esto suponía en su bienestar social.
Viaja a Inglaterra y conoce a Jane Addams y a otras presidentas del Consejo Nacional de las Mujeres por la Paz. Al igual que Mary Richmond y la propia Jane Addams, Alice propuso leyes de protección para mujeres y niños trabajadores.
Alice trabajó en los barrios más vulnerables de Berlín y esto hizo que - al conocer las realidades sociales - crease la primera Escuela de Trabajo Social en Berlín: en 1908 se abrió la Sozial Frauen Schule. En 1925 formó la Academia Alemana de Trabajo Social y la Enseñanza Femenina, proponiendo un Centro de Investigación enfocado a la familia y a sus necesidades sociales. Desde el principio se preocupó por los marcos teóricos, y aunque la defensa de los derechos de las mujeres sí la enfocó también desde un aprendizaje práctico. Le inquietaba la transmisión del saber, insistía en la reflexión personal y en lo que ella llamaba «el arte de enseñar».
Escribió una obra de trece volúmenes fruto de la investigación sobre la familia y sus necesidades sociales, La situación y perturbación de la familia hoy.
En 1926 publicó el primer manual de economía política para el servicio social. Además, escribió su libro: Diagnóstico Social, que en 1928 reeditó ampliándolo y llamándolo Terapéutica Social.
En 1929 presidió la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (I.A.S.S.W). En 1930 le propusieron presidir el Consejo Internacional de Mujeres, pero las feministas alemanas la vetaron por ser judía. Su trayectoria profesional y moral le otorgaron un gran reconocimiento: en 1932 se le concedió la medalla del Estado de Prusia y fue la primera mujer ganadora del título de doctora de Honoris Causa por la Facultad de Medicina de Berlín. Además, a la escuela de Trabajo Social que ella misma fundó le cambiaron el nombre y le pusieron el suyo, Escuela Alice Salomon, actual Universidad que también lleva su nombre.
Con la llegada de los nazis, fue insultada, despreciada y confinada, pero no quiso salir de su país. Tuvo que renunciar a todos sus cargos bajo las presiones de los nazis, pero todos los países se los volvían a conceder. La Gestapo le ofrece salir del país o ir a un campo de concentración, esta oportunidad que le fue brindada debido a su fama internacional. Finalmente, decidió exiliarse, algo que su familia no pudo elegir. Con 65 años se mudó a EE.UU. y allí fue homenajeada por asociaciones feministas y por la Casa Blanca.
Imagen recogida de aquí |
La obra de Alice Salomon se encuentra recogida de 1896 a 1942 en una recopilación de tres tomos, en orden cronológico, que incluyen un prólogo, un epílogo y una nota editorial. Del tomo I al III se recogen escritos relacionados con los derechos laborales, preocupaciones feministas de la época industrial y la visión política desde el trabajo social:
- La protección de la mujer y de la casa.
- Liberación de la mujer y la protección legal de las trabajadoras.
- Clubs de mujeres.
- Trabajo infantil en las fábricas.
- La mujer en la actividad económica actual.
- La esfera productiva del ama de casa en el ámbito rural.
- El trabajo industrial de la mujer.
- La mujer en la gran industria.
- La cuestión de las trabajadoras.
- La revolución de la economía doméstica.
- El significado del movimiento feminista para la vida social.
- La comisión para la preparación de las mujeres para la Asamblea Nacional.
- El futuro de la juventud femenina.
- El despertar político de la mujer.
Alice fue una figura con el espíritu crítico, independiente, luchador y maduro que debe tener una trabajadora social, inasequible al desaliento. Los principios del trabajo social presidieron su vida, no pudieron con ella ni los prejuicios de género y de raza ni el sectarismo excluyente del antisemitismo. Los valores de la justicia social y la consciencia de género fueron la base de toda su obra. Como ella diría: «No hay ninguna bendición que se pueda aceptar mientas los demás no puedan compartirla. Verdaderamente ninguno de nosotros se sentirá bien mientras los demás no se sientan igualmente. No hay ningún tipo de pobreza, de angustia, ni siquiera de enfermedad que no se vengue de aquellos que se niegan a aligerarla».
Artículo financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha 2022.
Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios enriquecen el contenido de esta revista. Te agradecemos tu participación