Orgullosamente rurales es un proyecto enraizado en el rural gallego, más exactamente en Baio, parroquia del municipio de Zas (A Coruña), que es el pueblo natal de su impulsora, Carmen V. Valiña.
Centrado en la creación y venta de "pañuelos con raíces", su proyecto nos habla, además, del proceso de reconocimiento y la valoración de las culturas y linajes rurales del que estamos siendo testigo en los últimos tiempos y de su actualización por parte de lxs jóvenes que intentan forjarse un futuro posible dentro de su territorio.
Cuando nos contactaste, nos contabas que Baio, en la zona de Costa da Morte, es tu pueblo natal… ¿Cuál ha sido y es ahora tu relación con este territorio? ¿Te sientes y autodefines como una mujer rural?
En efecto, nací y viví en Baio hasta los 18 años, en que me fui a Santiago a realizar mis estudios universitarios. Luego pasé por Madrid y Tánger. En la actualidad vivo entre Marruecos y Costa da Morte. Siempre me he sentido una mujer rural orgullosa de serlo, pero desde que vivo a caballo entre dos mundos ese orgullo se ha visto todavía incrementado. Digamos que he sido más consciente de mis raíces y de la necesidad de reivindicar ese universo del que provengo.
Eres periodista, Doctora en Historia Contemporánea, investigadora en temas de género… ¿Qué te lleva a embarcarte en este proyecto?
Pues justamente, toda esa formación combinada y mi propio interés personal en el tema: el deseo de comunicar los valores de un mundo rural que tiene voz propia; la importancia de las mujeres del campo, que han sido clave en mi trabajo como docente e investigadora y en mi propia trayectoria vital, en definitiva, la necesidad de reivindicar un universo que es el mío y que tiene presente y, estoy convencida también, futuro. Elegir los pañuelos como producto fundamental tiene una motivación clara, pues es una pieza fundamental del traje tradicional gallego pero que al mismo tiempo ofrece enormes oportunidades de actualización y rediseño.
¿Qué cuidáis en la producción de vuestros pañuelos? ¿Trabajáis con mujeres rurales en el proceso?
El diseño del pañuelo es exclusivo, obra de la artista gallega Xiana Cobo. Los pañuelos se elaboran en un pueblo de la Vega de Granada, Peligros, y en el caso concreto de los coleteros, que son un producto que introdujimos más recientemente, los corta y cose una modista de Baio.
La industria textil es muy pujante en Galicia (“El made in Galicia supone el 44,2% de las prendas manufacturadas en todo el país por valor de casi 3.100 millones de euros”), sobre todo debido a Inditex… ¿Cómo se hace hueco aquí un proyecto chiquito como el vuestro?
El público al que este proyecto se dirige no tiene nada que ver con un concepto rápido de la moda, con un consumismo indumentario que no nos representa. Al contrario, apostamos por producciones pequeñas y muy cuidadas, por empaquetar cada pañuelo con mimo y, en definitiva, por entender que vestirse con productos especiales que remiten a una tradición local es nuestro camino.
Al hilo de esto: sabemos que Zara se levantó gracias al trabajo precarizado y sin derechos de tantas mujeres gallegas que cosían en sus casas las prendas para Amancio Ortega y que la gran mayoría de ellas eran mujeres rurales… Puede que algunas fueran de tu zona pues vemos que se encuentra bastante cerca de Arteixo… Nos gustaría visibilizar esta realidad, ¿podrías contárnoslo?
Efectivamente, en nuestra zona existían numerosos talleres en los que decenas de mujeres trabajaban para Inditex. Yo las veía los lunes, bien temprano, en mi camino en coche desde Baio hasta Santiago, donde cursaba mis estudios universitarios. Cuando esa producción se deslocalizó para llevarse a terceros países, la inmensa mayoría de dichos talleres cerraron, lo cual tuvo profundas consecuencias económicas en mi entorno.
¿Cuál es la situación actual de las mujeres en los pueblos de Costa da Morte? ¿Cuáles son vuestras posibilidades, qué oportunidades laborales y de vida tenéis allá, qué hacéis en vuestro tiempo libre, cuáles son vuestras preocupaciones/ilusiones/luchas/metas/esperanzas…?
Es muy complicado responder a estas preguntas porque no se trata de una situación sino de una multiplicidad de contextos. Las mujeres de la Costa da Morte siempre han sido, como todas las gallegas, mujeres fuertes, encargadas de sus trabajos en el campo o en el mar, que a menudo se tuvieron que hacer cargo de las unidades familiares cuando sus maridos se embarcaban o partían hacia la emigración. Esa fortaleza se ha mantenido hasta la actualidad, pero nos seguimos enfrentando a escasas oportunidades laborales y unas infraestructuras y comunicaciones deficientes que lastran el desarrollo de la zona. Al mismo tiempo, nos sentimos profundamente orgullosas de nuestras raíces y nuestro idioma y estoy segura de que si esas mujeres tuviesen la oportunidad de seguir residiendo en sus pueblos y aldeas de origen, muchas de ellas así lo harían.
En vuestro manifiesto encontramos ideas con las que nosotras conectamos totalmente… ¿Qué queréis reivindicar? ¿En qué consiste, para ti, el orgullo rural? ¿Por qué crees que es necesario?
Queremos reivindicar que el mundo rural tiene una narrativa y una voz propias que no pueden ser contadas desde el prisma de un discurso urbanita que a menudo nos mira con lástima y no nos representa. Los pueblos y aldeas no son parques temáticos a los que venir el fin de semana ni una mera parte de una España vaciada, sino espacios plagados de vida, que quieren seguir existiendo y viviendo de acuerdo a sus propios ritmos. El orgullo rural es esencial para no perder las raíces, para ser conscientes de dónde venimos y lo que debemos a nuestras ancestras y ancestros, para sentirnos extremadamente afortunadas de haber tenido la oportunidad de haber nacido en pueblos y aldeas donde las relaciones humanas importan y el tiempo se puede vivir de una manera más sosegada, en conexión con el pasado pero por supuesto mirando hacia el futuro.
Ese orgullo se ve claramente en vuestros pañuelos, en los motivos que habéis seleccionado para su diseño… y nos encanta la narrativa que encierran… ¿Por qué escogisteis esta narrativa/estos motivos? ¿Llevar uno de estos pañuelos es una forma hermosa de mostrar nuestro orgullo rural?
La narrativa de los pañuelos intenta romper con los tópicos alrededor del mundo rural, que a menudo lo presentan como un espacio vaciado y poco diversificado. Con las escenas seleccionadas, creadas en exclusiva para este proyecto, se ha querido demostrar que en los pueblos y aldeas también viven personas jóvenes que apuestan por trabajar la tierra, que las ancestras son esenciales en este universo que la retranca, como buenas gallegas, no puede faltar en el somier cerrando y una finca y que, ¿dónde pasarlo mejor que en una verbena de verano?
Llevar uno de estos pañuelos es una forma de mostrar nuestro orgullo rural y de empoderarnos como mujeres (y hombres) nacidos en pueblos y aldeas que reivindican ese mundo de manera activa.
Para finalizar, me gustaría que comentásemos una de las ideas de Orgullosamente Rurales que más nos ha gustado, que es la de destinar un euro de la venta de cada pañuelo a apoyar otros proyectos en vuestro territorio… una fórmula para trabajar el apoyo mutuo y el bien común en una suerte de reciprocidad de devolver al territorio lo que de alguna manera tomáis de él…
Efectivamente, concedemos una gran importancia a la parte social de Orgullosamente rurales: 1 euro de la venta de cada producto se destina a una iniciativa que tiene ese mundo rural como base. En la actualidad, Adro, una asociación cultural de Baio que reivindica la música tradicional gallega. La idea es ir incluyendo nuevas entidades para visibilizarlas y, al tiempo, mostrar que en los pueblos y aldeas se están desarrollando múltiples ideas y proyectos que se deben conocer.
¡Muy buen post! Los pañuelos son complementos estupendos para acompañar cualquier prenda de vestir, son ideales para las épocas de otoño y primavera, puesto que no hace mucho frío pero tampoco mucho calor. Dan ese toque de color, que muchas veces hace falta, a un conjunto de ropa básico.
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